Decir de la mejor manera lo que se quiere comunicar



¡Agarrate, Catalina!


Esta expresión suele completarse con el agregado: “que vamos a galopar”. Se usa para indicar que estamos a punto de iniciar una acción que entraña vértigo o peligro. La historia más creíble del origen de esta frase no nos refiere nada acerca de algún galope, pues apunta a una señorita de nombre Catalina que integraba una familia de trapecistas de circo que recorrían los barrios porteños en la década del 40. Se dice que Catalina desoyó  todos los consejos y siguió la tradición de sus antecesores. Y cuando iniciaba sus peripecias aéreas, primero sus parientes y luego el público, le gritaban: “¡Agarrate bien, Catalina!”. Esta historia al parecer tuvo un final trágico, ya que terminó con Catalina muerta en una función, cuando el Hombre Bala se estrelló contra su torso.

Fuente: https://sigificadoyorigen.wordpress.com/

Foto: www.dosequilibrados.blogspot.com.ar